Si vas a comenzar obras de reforma, rehabilitación o ampliación en tu local comercial o vivienda, serás considerado promotor de dicha actividad y deberás contar con los seguros adecuados que te ayuden a solventar las consecuencias de un posible percance.
“Será considerado promotor cualquier persona física o jurídica, pública o privada, que, individual o colectivamente, inicia, con recursos propios o ajenos, obras de edificación para sí (Autopromotor) o para su posterior entrega o cesión a terceros”
Qué hacer antes de comenzar una obra de reforma o ampliación.
Como promotor, serás el responsable de los daños materiales y personales que puedan producirse a consecuencia de la obra, por lo que si vas a realizar una reforma en tu empresa, local comercial o en tu hogar, ten en cuenta los riesgos a los que te sometes; tanto durante la realización del trabajo como a posteriori.
Durante la realización de la obra, como promotor eres es el responsable de cualquier percance material o personal que suceda. Una vez finalizada la actividad, tu responsabilidad será la de propietario del espacio.
El primer paso que deberías dar antes de comenzar la reforma es informar a tu corredor de seguros o a tu compañía. Revisarán tu póliza de Responsabilidad Civil general porque, en algunos casos, incluye una cobertura de obras o reformas dentro de la empresa que podría asegurar las posibles pérdidas materiales o económicas y los daños a terceros que puedas ocasionar.
En caso de que no estés cubierto por tu RC general, tendrías que contratar una póliza de Responsabilidad Civil como promotor de esa reforma. Dependiendo de la magnitud de la obra, se pueden añadir unas coberturas u otras, así como unos seguros adicionales para ofrecerte una protección completa.
Para más información sobre cómo protegerte adecuadamente cuando vas a realizar una obra de reforma o rehabilitación en tu empresa o en tu hogar, escríbenos y te diseñaremos el seguro que protegerá ante cualquier imprevisto.
¿Qué riesgos conlleva una obra de reforma o rehabilitación?
Aunque una pequeña reforma te parezca un trabajo de poca importancia, lo cierto es que el sector de la construcción tiene una siniestralidad muy alta y hay muchos factores de riesgo a tener en cuenta.
Lo más habitual es el incendio; provocado por un descuido con la soldadura, porque se trabaja con materiales inflamables con los que hay que tener mucho cuidado, por un fallo eléctrico… y lo grave de estos casos es que se puede extender fácilmente y afectar a locales colindantes, provocando un daño incalculable.
Otro riesgo son las explosiones; de calderas, de transformadores provisionales que no se han instalado adecuadamente, o por ejemplo de cualquier herramienta que se utilice para llevar a cabo la obra.
Los daños por agua principalmente se producen debido a una rotura de tuberías, llegando a generar grandes daños materiales.
En Bravo y Cía llevamos más de 30 años trabajando para que nuestros clientes realicen sus reforma con la tranquilidad de que si sucede un imprevisto, estarán totalmente respaldados por un plan de seguros adecuado y personalizado.
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